En la indemnización por despido colectivo tiene que incluirse la parte proporcional del importe del premio de dedicación a los 25 años de servicios concedido por la empresa cuando la relación se extingue por jubilación, pues la prejubilación del trabajador es un cese involuntario equiparable a su jubilación.
Para que el despido colectivo no esté viciado de nulidad, el empresario está obligado a proporcionar a los representantes de los trabajadores toda la información pertinente en relación a las medidas extintivas que pretenden adoptar; información que se refiere no sólo a las causas justificativas, sino que alcanza a todos los aspectos del proyecto de despido que se propone llevar a cabo, de suerte que existe un principio de plenitud informativa al que debe atenerse el empresario para facilitar un correcto desarrollo del período de consultas.
En caso de que se condene a la empresa a una indemnización de daños y perjuicios por incumplir las obligaciones de contratación derivadas de las bolsas de empleo pactadas en un despido colectivo y que resultan vinculantes para la misma, no puede deducirse lo percibido por los trabajadores en concepto de prestaciones de desempleo, por cuanto lo cobraron a causa de una conducta de la empresa que no estuvo ajustada a derecho.