El ICAC ha emitido una resolución sobre el inmovilizado material e inversiones inmobiliarias, que entra en vigor el 28-3-2013. Esta resolución reproduce determinados criterios ya recogidos en la ICAC Resol 30-7-91, sistematiza la doctrina administrativa emitida por el ICAC al respecto, y desarrolla las normas de registro y valoración del PGC.
En relación con la valoración posterior destacan los siguientes aspectos:
a) No se desarrollan las pérdidas por deterioro, centrándose en la reparación, conservación, renovación, ampliación, mejora y amortización del inmovilizado material, en términos muy parecidos a los ya establecidos en la ICAC Resol 30-7-91 y el PGC.
b) No obstante se especifica para las reparaciones y conservación que si un elemento del inmovilizado material ha de someterse de manera periódica a inspecciones generales, con independencia de que los elementos afectados sean sustituidos o no, en la fecha en que se produzca la incorporación del activo al patrimonio de la empresa se debe identificar como un componente del coste del activo el importe de los desembolsos necesarios para realizar la inspección. Si este coste no estuviera especificado, a efectos de su identificación, puede utilizarse el precio actual de mercado de una inspección similar. Este componente debe amortizarse durante el periodo de tiempo que transcurra hasta la fecha en que se realice la revisión. Cuando se realicen los trabajos, el coste de la inspección se reconoce como mayor valor del inmovilizado material, que a su vez se amortiza hasta que se produzca la siguiente revisión, dándose de baja cualquier importe pendiente de amortizar del anterior componente.
c) En relación con la renovación del inmovilizado material, si bien se mantiene en términos muy parecidos, se especifica que en caso de entrega de un elemento sustituido dentro del proceso de renovación, a cambio de un nuevo elemento, se aplica lo relativo a las adquisiciones de inmovilizado entregando como pago parcial otro inmovilizado (ver nº 1740 Memento Contable 2013).
Asimismo, si la renovación afecta a una parte de un inmovilizado cuyo valor en libros no puede identificarse claramente, el coste de la renovación puede tomarse como indicativo de cuál era el coste del elemento que se sustituye.
d) En relación con las ampliaciones y mejoras se especifica que los gastos de urbanización de un terreno se contabilizan como mayor valor del mismo si los costes en los que incurre la empresa aumentan su capacidad de producción, mejora sustancialmente su productividad, o alarga la vida útil estimada del activo, incluso cuando la empresa se hubiera instalado con anterioridad al momento en que se inicien las actuaciones.
En todo caso, el importe a capitalizar tiene como límite máximo el importe recuperable de los respectivos elementos del inmovilizado material.
e) Respecto a las piezas de recambio, si su ciclo de almacenamiento es inferior al año, se contabilizan como existencias. No obstante, las que se adquieran para mantener un nivel de repuestos de seguridad de elementos concretos, se registran junto con los bienes que vayan a sustituir y se someten al mismo proceso de amortización. Cuando no sea posible identificar la pieza a sustituir, se debe aplicar un método racional de amortización que ponga de manifiesto la depreciación experimentada.
f) Respecto a la amortización destaca la posibilidad de excepción cuando el activo no está sometido a desgaste por su funcionamiento, uso, obsolescencia o disfrute. Asimismo se establece que el método de amortización debe reflejar el patrón con arreglo al cual se espera que se consuman los beneficios o rendimientos económicos inherentes al activo, medidos en unidades físicas, pudiéndose utilizar los métodos de amortización que de acuerdo con un criterio técnico-económico distribuyan los costes de la amortización a lo largo de su vida útil, con independencia de consideraciones fiscales o de las condiciones de rentabilidad en que se desenvuelve la empresa. Por ejemplo, según el método lineal, el método de depreciación decreciente en función del valor contable del elemento, y el método de unidades de producción.
La amortización finaliza cuando el activo se clasifique como mantenido para la venta, y no cuando el activo esté sin utilizar o se haya retirado temporalmente del uso, a menos que se encuentre totalmente amortizado.
Asimismo se establece la amortización independiente de cada parte de un elemento del inmovilizado material que tenga un coste significativo en relación con el coste total del elemento, pudiéndose agrupar las partes significativas de un elemento de inmovilizado material que tengan vida útil y métodos de amortización coincidentes con otras partes significativas que formen parte del mismo elemento.
Finalmente se establece que los terrenos y los edificios son activos independientes, y se contabilizan por separado, incluso si han sido adquiridos de forma conjunta. Mientras que los edificios tienen una vida útil limitada, los terrenos tienen una vida ilimitada, por lo que no se amortizan, dejando al margen algunas excepciones como minas, canteras y vertederos, o algunos componentes depreciables como los cierres. Si el coste de un terreno incluye los costes de desmantelamiento, traslado y rehabilitación, esa porción del coste del terreno se amortiza a lo largo del periodo en el que se obtengan beneficios por haber incurrido en esos costes.
Comentarios: 0 comentarios