La cuestión planteada en el presente recurso de casación para unificación de doctrina, consiste en determinar si reúne el requisito de estar en situación de alta o asimilada, exigido para causar las prestaciones por muerte y supervivencia, quien al tiempo del hecho causante es perceptor del subsidio llamado renta activa de inserción.
El INSS, en su recurso, alega que la renta activa de inserción, aunque forma parte de la acción protectora por desempleo del sistema de seguridad social, no puede confundirse con las prestaciones contributivas y asistenciales (recogidas en la LGSS art.206),
Sin embargo, el Tribunal Supremo entiende que, aunque es cierto que la renta activa de inserción no es equiparable al subsidio por desempleo, cuyos beneficiarios, incluso se encuentran de alta en la Seguridad Social y cotizan a ella por la contingencia de jubilación, no es menos cierto que al beneficiario de la renta activa de inserción se le exige figurar inscrito como demandante de empleo durante 12 o más meses (RD 1369/2006; RDL 20/2012 art.21), esto es, ser un parado de larga duración, dato relevante, porque en nuestro sistema de Seguridad Social siempre se ha considerado en situación de alta al parado involuntario que continuaba desempleado tras agotar las prestaciones y subsidios por desempleo.
Por lo demás, el trabajador padecía un cáncer de pulmón en fase terminal, por lo que debe serle de aplicación la doctrina que considera que la concurrencia de tal circunstancia permite extender la asimilación al alta aplicable a situaciones en que el alejamiento del sistema se ha producido por circunstancias de infortunio o ajenas a la voluntad del causante.
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