Un acreedor reclama judicialmente a una sociedad mercantil el pago de una deuda. El juzgado de primera instancia condena a la sociedad al pago, pero, ante la inexistencia de bienes, la ejecución termina frustrada.
En vista de ello, el acreedor ejercita ante el juzgado de lo mercantil una acción para derivar la responsabilidad a su administrador, al cual reclama:
– el principal de la deuda;
– los intereses generados por la misma durante el proceso ante el juzgado de primera instancia y hasta la presentación de la demanda contra el administrador, así como las costas impuestas a la sociedad por dicho juzgado de primera instancia;
– los intereses y costas que se generen durante el litigio entablado directamente contra el administrador ante el juzgado de lo mercantil.
La Audiencia Provincial condena al administrador a satisfacer todos los conceptos reclamados.
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