La reclamación del recargo de prestaciones interrumpe el plazo de prescripción de la acción de reclamación de daños y perjuicios derivada de un accidente laboral cuando es el trabajador quien solicita el recargo, no cuando se promueve de oficio.
Consideración como accidente no laboral de la complicación médica súbita ajena a la intervención quirúrgica, como consecuencia de la cual el trabajador está en situación de gran invalidez
Para ser considerado accidente laboral, el RETA es más exigente que el RGSS en cuanto al nexo causal entre lesión y trabajo.
No existe imprudencia temeraria del empleado que exime de responsabilidad a la empresa en el recargo de prestaciones por falta de seguridad cuando no se le facilita la formación específica en el uso, manejo y mantenimiento de la maquinaria ni cuenta con la supervisión exigida por las instrucciones de la maquinaria.
Consumir cocaína antes de un accidente de tráfico in itinere supone la asunción y creación de un riesgo adicional a los de la conducción, por lo que es encuadrable en el concepto de imprudencia temeraria.
La DGOSS ha determinado los efectos del fin de la crisis sanitaria sobre la consideración de situaciones asimiladas o derivadas de accidente de trabajo de la IT por contagio por COVID-19.
Las enfermedades que se evidencien de forma no súbita en el trabajo exigen prueba del nexo causal directo entre ellas y la ejecución del trabajo para beneficiarse de la presunción de laboralidad, como es el caso de las enfermedades psíquicas o anímicas
En una situación de teletrabajo, el encendido del ordenador se configura como elemento clave a efectos de inicio de la jornada laboral.
La calificación de un accidente en misión como laboral depende de las circunstancias del caso concreto, si bien ha de concurrir algún dato que permita entenderlo, correspondiendo aportarlo a quien sostiene su laboralidad.
El hecho de que el accidente se produzca en un lugar que no es el de su actividad profesional no altera la vinculación del siniestro con el mismo.